lunes, julio 16, 2012

LA TRADICION ORAL EN EL AULA DE CLASE Y LA VIDA COTIDIANA


A manera de introducción:
El lenguaje articulado, es la manera primigenia y la más efectiva de trasmitir el conocimiento, permitiéndonos pasar de generación en generación, conocimientos y costumbres de los pueblos, lo que permitirá que se puedan replicar.
En el salón de clases, quien está al frente, compartiendo con otros el conocimiento, lo hace con la primera herramienta que tiene a la  mano y eso es la palabra y dependiendo de qué tan claro sea el mensaje y que tan bien sea usada la herramienta, quien recibe la información, no necesitara mayores explicaciones y estará en capacidad de replicar la información.

El lenguaje:
Los diccionarios definen el lenguaje como un conjunto de señales que dan a entender una cosa o una idea
El lenguaje se genera por la necesidad propia del hombre en vincularse con los otros por medio de distintos signos (visuales, auditivos, mímicos, pictóricos, musicales, etc.) y que sirven para codificar ciertos mensajes.
De todas las maneras de lenguaje existentes, la más efectiva es la oral, quizás por eso, de a pocos, lenguaje se transformo en sinónimo de palabra y a través de la palabra el conocer, aprender y conocer el mundo.
Sin embargo, los conocimientos transmitidos de boca a oído, deben contar con la capacidad de cada individuo de retener información en su memoria y de la propia interpretación que le da a su entorno. Es aquí donde las otras maneras del lenguaje cobran importancia.
Santo tomas decía: “la escritura es el apoyo de la memoria”, dejando a la escritura, a las imagines, a lo grafico, la manera de apoyar y de perpetuar el conocimiento. El lenguaje grafico representa pues a la vista, lo que la palabra representa al oído.
En los tiempos acelerados actuales, se ha usado y abusado del lenguaje grafico, inclusive, con fines educativos, lo cual ha traído como consecuencia que se disminuya el valor de la palabra hablada o escrita, como elemento dinamizador del aprendizaje y la cultura.

En las aulas de clases, los estudiante, en cualquiera de sus niveles, se ven enfrentados al impacto de las imágenes que nos bombardean sobre cualquier tema.
“De tanto mirar y mirar, hemos olvidado de escuchar. En la casa, en las aulas o en el trabajo, poco a poco hemos dejado de hablar y hablamos casi siempre como dice el dicho popular: las palabras se las lleva el viento”
A propósito del lenguaje, el poeta argentino Aldo Pelegrini escribió:
“El fenómeno del lenguaje, es una de las manifestaciones más curiosas creadas por el hombre. Esa emisión de sonidos articulados o inarticulados que establecen el puente levadizo de nuestra comunicabilidad, tiene un poder que escapa a toda vigilancia. Los distintos grupos humanos se entienden mediante un lenguaje particular para cada caso. Así, hay un lenguaje en las reuniones de la alta sociedad, otro para la pequeña burguesía, otro para los ladrones, otro para los jóvenes… los pescadores usan uno absolutamente incomprensible para los matemáticos y viceversa.
Pero en estos lenguajes convencionales, nadie pone absolutamente nada personal: el lenguaje resulta exterior al hombre. Lo realmente vital del lenguaje se encuentra fundamentalmente en tres situaciones: en el lenguaje popular, en el lenguaje del amor y en la poesía…”

El aprendizaje de la lengua oral, junto con caminar, es una de las dos capacidades con las que se asienta la autonomía del niño.
El hogar, la calle, el barrio; pero principalmente la escuela han sido por excelencia, los espacios par el desenvolvimiento de su expresión lingüística.
La familia, la escuela, el barrio y los medios de comunicación, son factores determinantes en el proceso de adquisición y desarrollo del lenguaje. Y solo en la medida en que nosotros desarrollemos el gusto por la palabra como medio de comunicación y expresión y hagamos un correcto uso de ella, sin autoritarismos y sin imposiciones, podrá convertirse la palabra en puente, en instrumento, en juguete de comunicación en donde tanto niños como adultos se sirvan de ella, la acaricien, la manejen, rían con ella y la escuchen.

La oralidad en las aulas: (Aulas si, jaulas no)
En los últimos años se ha observado que muchos estudiantes presentan dificultades para participar adecuadamente en comunicaciones orales propias de los ámbitos académico y laboral, cuyo registro de habla debe ser formal y que requieren planificación.
Ante el debilitamiento de la familia como espacio de formación y el estancamiento de la escuela como instancia de socialización en la conformación de la personalidad y el desarrollo de valores, los medios de comunicación empiezan a asumir un protagonismo insospechado en la circulación de patrones de conducta y modelos para la vida cotidiana.
De manera acelerada se ha pasado de maneras de comunicación oral y escrita de transmisión de conocimientos y cultura, al empleo masivo e indiscriminado de los nuevos medios de comunicación, llamados, tal vez, de transmisión, información, o acaso, ¿deformación de una realidad cada vez más convulsionada?


Distintos autores consideran que esto es consecuencia de que la tradición escolar privilegió la enseñanza de la escritura en detrimento de la oralidad. Así lo señala María Catrielo: “La educación moderna, en general, enfatiza la pronta adquisición de la lectoescritura como preparación para cumplir con los objetivos del currículum escolar en todos sus niveles”.

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