Sentado en la mesa de este lugar… Aguarda tu silla vacía.
¿Cómo es que te metiste tan adentro?
Esa no era la idea.
Ahora me conmino a estar sentado en esta mesa con un lugar vacio.
Se me transforma el recuerdo a la hora del almuerzo, frente a esta silla vacía.
Imagino que las hadas llegan a acompañarme y me invitan a compartir de su polvo estelar; pero todo es mentira y termino siempre en esta misma realidad.
Y aquí me tienes…
Sentado ahora en un café, en esta ciudad que no me pertenece y que abre las fauces para devorarme.
¿Cómo es que te metiste tan adentro?
Esa no era la idea.
Ahora me conmino a estar sentado en esta mesa con un lugar vacio.
Se me transforma el recuerdo a la hora del almuerzo, frente a esta silla vacía.
Imagino que las hadas llegan a acompañarme y me invitan a compartir de su polvo estelar; pero todo es mentira y termino siempre en esta misma realidad.
Y aquí me tienes…
Sentado ahora en un café, en esta ciudad que no me pertenece y que abre las fauces para devorarme.
Que ironía, ser como aquel poema que escuche, adicto al café, al cigarro y a ti.
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